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Posted by Laurette

La noche ya pasada no pude dormir, pensando como siempre con el cigarrillo entre los dedos; Despistada todo el día, reaccioné rápidamente al percatarme que estaba en medio de la calle mientras todos los autos tocaban la bocina, y mi mente fija en aquel punto. Esa foto en la vitrina del café de afuera de mi trabajo. La niña con la pistola entre sus pequeños dedos.
No sé si este sea el lugar para desahogar toda esta pena, pero en algún lugar debo guardarla, y es este ese lugar que para algo cree...
Fue la noche del 27 de Abril de 2003, cuando tenía apenas 15 años... Vivía desde pequeña en la casa con mi madre, la cual se juntaba todos los días con su amante, aquel hombre flaco, con la piel arrugada y blanca, sus ojos claros, un hombre de dinero que quería liberar a mi madre de la pobreza que en aquel entonces nos rodeaba. Pero esa noche no fue solo una noche más, escuché detrás de la puerta mientras ellos dos hablaban y planiaban el futuro, cuando aquel hombre le dijo a mi madre "Querida, vamonos de aquí, seamos felices juntos", y mi madre respondió "Pero que será de Laurette, yo sé que tu ya no quieres saber más de ella, pero...", me partió el corazón en un instante, entonces aquel viejo hombre respondió "Laurette ya tiene 15 años, puede sobrevivir sola...". Aún recuerdo la voz de mi madre aceptando esa sucia estrategia, que ya después de 6 años, no entiendo el por qué de su decisión de dejarme abandonada en esta casa...
El viejo permitía que yo fuese a su casa los domingos, algo así como una visita... eran infernales, ya que tenía que despertar a oscuras, sin luces en mi casa, sin nada que comer, atravezar la cuidad llena de peligros, y mamá nunca supo lo que tenía que pasar para verla un par de horas al día. Pero al fin llegaba la hora de abrazarla, sus abrazos eran más fríos que la mirada del viejo hombre al verme llegar...
Aquel día llegué, y mi madre no se encontraba en la casa, pero aquel viejo me hizo entrar en su casa. Sin darme cuenta, él me ofreció un par de tragos, no fueron muchos, pero provocaron un efecto que nunca había sentido.
Me estiré en el sillón, cuando derrepente aquel anciano, el que según él amaba a mi madre, se levanta de su aciento. Se acercó a mi, y colocó sus sucias manos sobre mi ropa que quitó con facilidad, ya que nisiquiera podía moverme. Vi como sus sucias manos se deslisaban por mi cuerpo, mientras su boca besaba cada parte de mi cuerpo. Sentí una repugnancia, un asco de ver su cara. De sentirlo cerca de mi cuerpo virginal e inocente, tratando de tocar todo lo que él quisiera. No se daba cuenta de que frente a él estaba la hija de quien se habia enamorado. Sus gritos como de dolor y placer que nadie escuchaba, aquellos gritos que a la vez eran de esperanza a que alguien notara, se empezaron a percibir. Estaba abusando de un cuerpo limpio. Ese viejo repugnante y maloliente trababa de apoderarse de mi.
Me soltó, y me sentí tan sucia, lloré y no podía evitar las lágrimas, cuando me levanté y vestí... El viejo tomó un cuchillo y lo puso en mi mentón, y me dijo "Si le cuentas a alguien, me las vai a pagar, pendeja de mierda...", cada vez que recuerdo esto mis lágrimas caen desoladoramente, pero no hay nadie en casa, nadie escuchará mis lágrimas...
Después de eso llegó mi madre, y notó que mis ojos estaban hinchados. No temí a las amenazas, cuando le dije con una voz muy baja y cortada "Mamá, perdoname", sentía que todo había sido mi culpa. Por los vestidos cortos, mi manera de ser y todo eso, cuando mi madre me pidió que le contara, y le conté...
Pegó un grito, y me dijo "¿¿Y tu crees que yo te voy a creer eso?, si tu siempre haz querido que nosotros no estemos juntos. No le digas nada a tu padre, porque o si no me matara a mí, a él y tambien a ti.No inventes cosas , niña!".
Tome el cuchillo con cual me amenazó, corri hacia donde estaba él, con mi mente dispuesta a hacer cualquier cosa. Cuando levanté mi mano con aquel cuchillo, mi madre se acercó, y penetró directamente en su pecho. Mis manos llenas de sangre, y no podía asimilar que mi madre estaba ahí muerta, tirada en el piso...
Saqué el cuchillo de su pecho, y fui donde estaba el viejo. Alli sentado en el sofá como siempre, fumando su pipa llena de tabaco, no tuve miedo y  tomé el pelo de aquel viejo, su cara me era tan azquerosa, que el chuchillo se deslizó en su cara. Su sangre comenzó a correr por mis manos frias que tenia puestan es su cuello, él se dió vuelta, me miró con tal ira, y yo, una niña de 15 años llorando tratando de vengarme por lo que me habia hecho roze el cuchillo por su cuello, y el viejo calló. No me dí cuenta de lo tan hondo que habia penetrado el artefacto degollandolo sin darle vuelta atras.
No me arrepiento de lo que hise. La justicia nunca hubiera escuchado a una chiquilla de 15 años. Me siento mucho mejor pensar que fui yo la que mató a ese hijo de puta que violó de mi ingenuidad... y.. no me arrepiento de nada...

This entry was posted on jueves, 30 de abril de 2009 at 16:37:00 . You can follow any responses to this entry through the comments feed .

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Aroma de Melodía