Desperté muy temprano, antes de que el insoportable y tétrico sonido del reloj me despertara... Algo me hizo sentir que algo estaba mal en este día... y no, no me levanté con el pié derecho.
AL abrir los ojos, miré el techo, lleno de grietas, de goteras, la lluvia anterior arrebataba la poca dignidad que le quedaba a mi casa. Me levante, noté que le piso estaba helado, y yo sin nada con que cubrirme mis pies, miré hacia un alrededor vació, un paisaje asqueroso, repugnante. Mis padres no estaban en casa, y mi alma estaba tan vacía igual que todo...
Tome un taza de café, con la esperanza estúpida e ilusionada de que en algo este día saliera bien...
Tome mi abrigo negro, y comencé a caminar perdida.
Llegué a mi universidad, donde en el primer puesto estaba sentado Andrés, con sus ojos tan brillozos, que sentía como ellos iluminaban el lugar. Hoy tampoco se dio cuenta que hace 1 año que me siento junto a él...
Las clases se hacían agotadoras, ya no tenía ánimos de seguir haciendo algo para lo cual no había nacido, escuchando gente que no hacía más que humillarme por mi apariencia, pero por supuesto, ellos nunca sabrán lo que es una vida vacía...
Llegué a casa, caminando por aquellas calles completamente vacías, sentía que a cada segundo corría más peligro, y peor aún, nadie me esperaba en casa...
Llegué y comencé de nuevo con lo mismo de todas las noches... El ardor en mis muñecas ha sido lo que me mantiene viva... ¡Padres!, ustedes que están en el cielo, perdonenme, yo prometí que ya no sangraría más, pero no puedo evitarlo, ¡Padres!, me siento aprisionada y desesperada, quiero llegar al rincón de donde estén ustedes..., ¡SÁLVENME!; saquenme de esta vida de mierda...
Estoy sentada en el borde de esta cama... Maldita mi forma de sicatrisar, para que quedarme aquí, si me queda toda una larga, fría, y desamparada noche solo para sangrar...
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on miércoles, 29 de abril de 2009
at 18:25:00
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